viernes, 30 de junio de 2017



A neutralizar la invasión imperial aprendiendo de las invasiones por Playa Girón y Bengasi
Carlos E. Lippo

Como es sabido por muchos, Playa Girón y Bengasi son dos localidades a través de las cuales el imperio se planteó la invasión militar de Cuba, en abril del año 1961 y la de Libia, en marzo de 2011, con el pretexto de haber sido llamados a intervenir por unos supuestos gobiernos locales paralelos que contaban con poder instaurar oportunamente en esas naciones.

Los hechos, ampliamente conocidos, son que en Cuba el imperio fracasó estrepitosamente al no poder instaurar dicho gobierno mientras que en Libia, logró conformar y mantener por el tiempo necesario el llamado Consejo Nacional de Transición con sede en Bengasi, que al ser reconocido por los gobiernos de las naciones que conforman la OTAN, se apresuró a gestionar la ansiada intervención militar de su país, con las consecuencias por todos conocidas. Consideramos que de ambas experiencias aun siendo tan disímiles se pueden extraer conclusiones válidas y útiles para la tarea de neutralizar la pretendida invasión de nuestra patria y a explicitar algunas de ellas estará dedicado este artículo.

Antes de comenzar a tratar este tema en detalle es necesario señalar, para los que aún no lo tengan suficientemente claro, que en los actuales momentos es evidente que la contrarrevolución nacional se ha planteado la conformación de un gobierno paralelo, aunque fuera totalmente ficticio, para solicitarle al imperio su intervención militar directa, ante la imposibilidad de ejecutarla por medio de la fuerza multinacional latinoamericana que debía ser conformada por los países cipayos, bajo los auspicios de la Organización de Estados Americanos (OEA), que dicho sea de paso nada hizo en su momento para condenar la frustrada invasión de Playa Girón.

Una prueba contundente de que es en esto en lo que anda últimamente la contra nos la ofrecen las palabras de Julio Borges, el terrorista mayor, en una reunión en pleno de la MUD celebrada el pasado 20 de junio (1), cuando ya estaba confirmada la derrota de las pretensiones injerencistas del imperio y sus cipayos, en la 47° Asamblea General de la OEA, para anunciar sus próximas acciones “pacíficas”, que son del tenor siguiente: "La Unidad declara que el actual régimen se ha puesto al margen de la Constitución y en consecuencia su autoridad y decisiones son inconstitucionales y no pueden ser reconocidas ni obedecidas por nadie de acuerdo al artículo 350 de la Constitución. En segundo lugar asumimos el artículo 333 de nuestra Carta Magna que nos obliga a restituir el orden constitucional y como consecuencia de ello se impone a toda la sociedad el desconocimiento de la convocatoria del fraude Constituyente, así como el nombramiento de nuevos poderes públicos …”.

Como complemento, en la misma fecha Freddy Guevara, el mariscal de campo de la conspiración militar twitter, transmitía desde su cuenta en esa red social: “El actual régimen se ha puesto al margen de la Constitución y en consecuencia sus decisiones no pueden ser obedecidas” y es que “Nombrar nuevos poderes públicos y conquistar un nuevo gobierno”, es a su juicio el primero de los objetivos de la lista de acciones considerada por ellos la fase decisiva de la insurrección terrorista que han venido liderando impunemente con el descarado apoyo del Ministerio Público (2).

En apoyo de estas pretensiones de la contra de conformar un gobierno paralelo, aunque éste sea ficticio, se tienen las declaraciones de Luisa Ortega, una de las muchas fichas con las que está jugando el imperio para conformarlo, al periodista Nelson “Bocagrande”, en ocasión de la aprobación por parte del TSJ de un antejuicio de mérito en su contra, entre las cuales vale la pena destacar las siguientes frases lapidarias: “Se cierne sobre el país un oscuro panorama sobre el Estado (…) el Estado puede entenderse como disuelto y que tristeza da tener que decir eso“ (3), en lo que constituye una abierta invitación a destruir el estado por parte de un funcionario que tiene una de las mayores responsabilidades para preservarlo; y no contenta con esto, apuntó también con extraordinario cinismo: “Venezuela corre el mayor peligro de su historia republicana actualmente”, cuando se trata de que es precisamente su actitud venal, en desmedro de sus responsabilidades como fiscal general, una de las mayores amenazas actuales a la seguridad y a la soberanía de nuestra patria.

Entraremos ahora en materia con una brevísima descripción de cómo se desarrollaron las invasiones antes citadas:

  • Invasión de Cuba por Playa Girón
Una brigada contrarrevolucionaria mercenaria, armada, entrenada y transportada por EE.UU., arribó por la Ciénaga de Zapata, al sur de Matanzas, Cuba, la madrugada del 17 de abril de 1961, escoltada por un portaaviones de la armada gringa plagado de infantes de Marina en disposición de desembarcar en el caso de ser llamados por el gobierno paralelo de facto que se pretendía instaurar. Dicho desembarco fue parte de una operación (Operación Pluto) planificada con bastante antelación por la CIA.
La escogencia del sitio estuvo basada en su gran dificultad de acceso por vía terrestre y estuvo precedida de ataques aéreos a las principales bases aéreas de la revolución ejecutadas por aviones identificados con insignias de la aviación revolucionaria.
En respuesta a este alevoso ataque, cuyos preparativos fuero infructuosamente denunciados ante  la Asamblea General de la ONU, todo el pueblo se movilizó, el ejército y las milicias, dirigidos por Fidel, contraatacando de inmediato. En 60 horas de duros combates fueron derrotados los mercenarios, que se rindieron en Playa Girón al atardecer del día 19 de abril. Más de 150 combatientes revolucionarios murieron y varios civiles fueron asesinados por la aviación de los invasores. Ante esta clamorosa victoria de la unidad cívico militar cubana, el imperio desistió de invadir con sus propios medios en esa ocasión.

  • Invasión de Libia por Bengasi
Bengasi, al noreste de Libia es una zona alejada de la Capital Trípoli y muy cercana a la frontera con Egipto, gran aliado de los Estados Unidos en la región, que está comprobado que permitió el ingreso de grupos de paramilitares mercenarios, algunos de ellos de origen colombiano, junto con armas, provisiones y pertrechos, para dar inicio a una supuesta “insurrección popular” contra el legítimo gobierno del Coronel Gadafi, quien estaba al frente de la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista, que era el nombre oficial de ese hermano país.
Es evidente que el sitio fue escogido fundamentalmente por ser el asiento de la gran mayoría de las empresas petroleras de capital extranjero que operaban en ese país, las cuales se paralizaron a las 72 horas de haberse iniciado unas protestas antigubernamentales encabezadas por la mayoría de sus empleados y colaboradores libios, dejando al gobierno atado de pies y manos para manejar un recurso de carácter estratégico en vísperas de un inminente enfrentamiento con las fuerzas militares de la OTAN.
Fue escogido también porque esta zona era donde residía la mayor cantidad de simpatizantes del antiguo monarca libio, derrocado por la revolución de Gadafi, lo que generaba unas condiciones más que  propicias para crear una fuerza de oposición.
Así las cosas, por promoción del imperio se creó el 27 de febrero de 2011 una presunta instancia de gobierno que recibió el nombre de Consejo Nacional de Transición de Libia, conformado en buena medida por exfuncionarios del gobierno de Gadafi, que recibió el apoyo de una parte significativa de la guarnición militar de la ciudad.
Gadafi intentó recuperar la ciudad mediante acciones militares terrestres, absteniéndose de usar la aviación leal por temor a ser considerado internacionalmente como violador de los derechos humanos; insensata acción que sin embargo no evitó que la canalla mediática y los gobiernos de la OTAN lo acusasen falsamente, como quedó plenamente demostrado por observaciones de satélites rusos y chinos, de masacrar civiles libios con bombardeos aéreos.
El Consejo Nacional de Transición que desde su creación comenzó a solicitar el reconocimiento de los gobiernos de la OTAN, fue reconocido como interlocutor válido por la Unión Europea el 13 de marzo, lo cual obviamente facilitó la aprobación de una Zona de Exclusión Aérea por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, infaustamente no vetada por Rusia y China, que se tradujo en una pavorosa invasión que habiéndose iniciando el 19 de marzo, perpetró el terrible asesinato de Gadafi y ha logrado retrotraer a la edad de piedra, como era el propósito de los gringos, al que era el país más adelantado del norte de África.

Un somero análisis de ambas situaciones nos ha permitido establecer las siguientes conclusiones:

  • No es posible concluir con estos datos, cuál sería el probable sitio escogido para la invasión. Estructuralmente considero que el sitio más probable sería uno situado en los casi 3.000 km. de nuestras costas marítimas, dotado de puerto y aeropuerto, de ser posible con cercanía a  instalaciones estratégicas de nuestra industria petrolera  y con cercanía a las bases militares de la OTAN en la islas de Curazao y Aruba, enclaves coloniales holandeses. Coyunturalmente dependería de dónde estén desarrollando cualquiera de sus maniobras navales conjuntas las fuerzas del imperio. Sin embargo, podría también ser seleccionado algún sitio en el estado Táchira, próximo a la frontera con Colombia, o en el estado Bolívar próximo a la frontera con Guyana, dentro del radio de acción de cualquiera de las bases militares de la OTAN establecidas en Colombia y la Guayana Francesa.
  • Cualquiera que sea el sitio escogido para establecer el gobierno paralelo llamado a solicitar la invasión, es necesario neutralizarlo al más breve plazo posible, haciendo uso sin complejos de ninguna naturaleza  de todos los recursos humanos y materiales disponibles. El no hacerlo significó la derrota de la revolución Libia; por el contrario, el haberlo logrado significó la primera y única, por ahora, derrota militar del imperio en la América Latina.
  • Se requiere también desmontar cualquier manifestación de insurrección civil armada, como las actuales acciones terroristas de la contra, cosa que el imperio no pudo promover en la Cuba de 1961, a pesar de haber estado contemplado por la Operación Pluto, pero que no pudieron ser desmontadas por el gobierno de Gadafi en 2011; desde luego que lo mismo vale para cualquier intento de insurrección militar.

¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!



celippor@gmail.com
Caracas, junio 30 de 2017

domingo, 25 de junio de 2017

Crónica de una traición anunciada
Carlos E. Lippo




En un artículo publicado a comienzos de mayo de 2016 en éste y otros portales de la revolución, titulado “Un General, un Capitán y varias incógnitas que es necesario despejar pronto” (1), cuya relectura recomendamos en los actuales momentos, nos referíamos al General Miguel Eduardo Rodríguez Torres como “…un especialista en operaciones especiales de inteligencia, que llegó a gozar de tanta confianza por parte de Chávez, que le reportaba directamente en todas las ocasiones en las que tuvo al frente de la DISIP y el SEBIN”; y escribíamos esto fundamentalmente a partir de la información contenida en una biografía suya publicada en la Wikipedia.

Un hecho que registrábamos con mucha suspicacia por esos días es que poco tiempo después de su salida del gobierno, por la puerta de atrás por cierto, el general dio  inicio a una campaña de críticas destempladas al gobierno revolucionario a través de su cuenta twitter @RodriguezT4F que era ampliamente replicada por el portal web “laiguana.tv” de su “carnal” Miguel Ángel Pérez Pirela, críticas que se intensificaron apreciablemente después del traspiés electoral del 06 de diciembre de 2015, al cual se refirió diciendo que ese día tanto la oposición como los chavistas que no votaron se expresaron por “un cambio” (2).

Contribuyeron a aumentar en gran medida nuestra suspicacia unas declaraciones contenidas en una polémica entrevista concedida al periodista Vladimir Villegas en la cual señalaba, entre otras cosas que, “El chavismo debe gobernar para 30 millones de venezolanos, y gobernar con todo el mundo, porque el cambio es inherente al ser humano" (3).

Convencidos ya de lo que era un evidente cambio de rumbo en la trayectoria del brillante General, nos formulamos una serie de interrogantes que planteásemos en el artículo al cual hemos hecho referencia y que ahora repetimos de manera textual:

  • ¿Cómo es que un hombre tan brillante como éste, pero que lógicamente tiene que ser muy odiado por amplios sectores de la contrarrevolución a causa de su identificación con Chávez y su efectividad en combatir el accionar delictivo de la misma, puede identificarse con un supuestamente negado gobierno de unidad nacional, creyendo además que tiene chance de formar parte del mismo?

  • ¿Acaso será que basa sus aspiraciones en un presumible apoyo supranacional derivado del hecho de ser uno de los presuntos traidores a nuestra revolución, tal como lo plantea un informe publicado durante esta semana en este mismo portal (https://ensartaos.com.ve/2016/03/29/noticia/47285))?, una dirección web no disponible en la actualidad.

  • ¿Acaso tendría razón el inefable Nelson Bocagrande, cuando señalaba en medio de las conferencias de paz convocadas por el Camarada maduro en abril de 2.014, que ellos consideraban que el General era de los conciliadores en el chavismo, que por eso mismo se había dicho recientemente que andaba en una agenda personal y que se habría desmarcado de algunos de sus antiguos aliados, entre ellos, Diosdado Cabello (4)?

  • ¿No llama a suspicacia el que Rodríguez Torres no haya sido virulentamente atacado por los voceros del imperio ni mucho menos haya sido sancionado por el gobierno gringo, como si lo ha sido el también Mayor General Gustavo González López (5), actual Ministro de Relaciones Interiores Justicia y Paz y Director General del SEBIN, entre febrero de 2.014 y marzo de 2.015,  cargos que también él desempeño con trayectorias más o menos parecidas en lo fundamental?

La trayectoria pública posterior de Rodríguez Torres, plena de coincidencias con comprobados enemigos de la revolución, como lo son la caterva de exfuncionarios del gobierno de Chávez que han hecho del portal aporrea.org su casi único medio de divulgación y más recientemente con la fiscal Luisa Ortega, en temas tan importantes como: la tesis de la supuesta ruptura del hilo constitucional, que ha servido de base a la contra para montar esta orgía de sangre que ya se aproxima a los 90 días; y la oposición tajante a la celebración de la Asamblea Nacional Constituyente, única vía que se vislumbra para solucionar el actual conflicto político de manera pacífica, sugieren claramente que el General se ha pasado con armas y bagajes al campo de la contrarrevolución. Una entrevista concedida a Carlos Croes del escualidísimo canal TELEVEN, grabada el pasado jueves pero transmitida en la mañana de hoy, en la cual sugiere sibilinamente que unos 600 generales activos estarían en desacuerdo con la convocatoria de la Constituyente, en medio del pastoso lanzamiento de una nueva organización política que él llama “Movimiento Amplio Desafío De Todos”, que no sería de izquierda ni de derecha, sino todo lo contrario, confirma el señalamiento anterior.

Pero es su trayectoria no pública o encubierta, la que lo presenta hoy como el auténtico traidor a la revolución y a la patria que es, y que quién sabe desde cuando lo ha sido. En apoyo de lo anterior habré de citar los siguientes hechos, que no referiré en detalle por ser de muy reciente ocurrencia y/o haber sido ampliamente difundidos:
·         Su colaboración con la supuesta Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), ante la cual declaró falsamente en contra de oficiales superiores de la FANB, a cambio de impunidad para unos “delitos menores” cometidos por él y que se le declarase “fuente protegida de esa agencia y del gobierno federal”, o lo que es lo mismo, un chivato o “sapo” del imperio, como consta en un informe publicado hoy en este mismo portal (6).

·         Su colaboración con la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) planteada por el Presidente Maduro en sus dos más recientes intervenciones públicas, quien pese a no haber citado su nombre de manera taxativa, lo identifica, como él mismo dice, por medio de un retrato hablado del personaje, que es incontrovertible. Debo decir que además de aceptar plenamente la palabra del Presidente, creo que esta colaboración es algo que resulta nada difícil de lograr con un personaje con su grado de relación con los organismos de inteligencia mundial y sus conocidas “aficiones non santas” que lo hacen ser altamente chantajeable.

·         Su participación en reuniones conspirativas con la crema y nata de la dirigencia golpista contrarrevolucionaria, a propósito del golpe militar que tenían previsto para esta semana, en connivencia con el imperio, también referido por el Presidente Maduro en sus dos últimas intervenciones públicas.

·         La defensa que intenta procurarse, a la mejor usanza de los “prohombres de la contrarrevolución” cuando son sorprendidos en falta, a través de una serie de mensajes desde su cuenta Twitter (@RodríguezT4F), reproducidos por el portal LaIguana.Tv (7), de su medio tocayo y amigo Miguel Ángel Pérez Pirela, entre los cuales resalta el siguiente, por la deslealtad que encierra hacia el organismo que él mismo fundase: “Para conocimiento de los interesados el laboratorio (de guerra sucia que según él ha montado lo que él llama una “olla”) está ubicado en el piso 12 del Sebin. Que pérdida de tiempo y recursos!!”

En verdad debo decir que no me preocupa en nada lo que pueda hacer este traidor devenido ahora en émulo caribeño de Augusto Pinochet, pues considero que él representa muy poco en el mundo militar y muchísimo menos en el mundo civil; creo que más temprano que tarde habrá de ser repudiado por sus nuevos camaradas y por el imperio que es implacable con los ineficaces y más aún cuando además de ello son chivatos. Lamentablemente el mayor daño que él podía hacer a la revolución bolivariana ya lo hizo, por acción u omisión, cuando gozaba de la mayor confianza del comandante Chávez.

Me preocupa si el saber cuáles son sus relaciones con esa quinta columna chavista, civil y militar, que parece ser responsable de buena parte de los “errores” de la gestión de gobierno y de eventos conspirativos graves como la falla de la plataforma automática de los medios de pago registrada el pasado mes de diciembre y la retención de billetes de cien bolívares en entidades bancarias del estado, también en diciembre pasado, eventos que pudieron haber causado más daños a nuestra revolución que los que causaría una intentona golpista que tuviese como protagonistas a militares felones cuidando sus intereses crematísticos.


¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!



celippor@gmail.com

Caracas, junio 25 de 2017

martes, 20 de junio de 2017



NO AL “ENTINTADO” DEL MEÑIQUE EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES PARA LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
Carlos E. Lippo
 



Uno de los atavismos de nuestro sistema electoral, que aun adoleciendo de él sigue siendo el mejor de la bolita del mundo, es la inmersión del dedo meñique en tinta indeleble como señal inequívoca de haber votado.

Con esta extravagante medida se pretendía evitar que una misma persona votase más de una vez; intento fallido, pues no eran pocos los adecos de uña en el rabo que como un vecino mío de Sabana Grande, que disfrutaba diciéndome que habiendo votado temprano en la mañana, votaría en la tarde en Charallave, lograba desprenderse la dichosa tinta indeleble con los recursos caseros más variados.

Durante la Cuarta República, cuando la constitución de 1.961 consagraba la aberración de que el voto era a la vez un derecho y un deber, siempre se intentó aplicar sanciones como la prohibición de salida del país o de presentar documentos en registros y notarías, a quienes no hubiesen cumplido con el “sagrado deber de votar”, por lo que no tener el dedo entintado durante toda la semana siguiente al día de las elecciones, garantizaba el tener que “bajarse de la mula” para poder ejercer tan elementales derechos.

Desde el Referendo Revocatorio de 2004, la aplicación de la “captahuellas” como única forma de activar la máquina de votación, garantiza que una persona no pueda emitir su voto más de una vez, por lo que es absolutamente innecesario seguir recurriendo el entintado del meñique que, por lo demás, nunca sirvió para un carajo.

Consideramos que para el acto comicial del 30 de julio el mantener esta absurda práctica podría constituirse en una auténtica e innecesaria amenaza para la integridad física de aquellos camaradas que tienen necesidad de acudir a votar en los centros de votación de las zonas “dominadas” por la contra, o en todo caso en una potencial fuente de perturbación en un día en el cual la unidad cívico-militar está obligada más que nunca a esforzarse por garantiza el mantenimiento de la paz.

En el marco de las consideramos anteriores pensamos que la histérica disposición de la Rectora García Márquez (1), que por sabotear el proceso constituyente ha sido capaz hasta de dejar de lado temporalmente sus habituales intereses crematísticos, debe ser aprovechada para matar dos pájaros con el mismo tiro: poniéndole un “parao” a este furioso exponente de la contra terrorista y ayudando a salvaguardar la paz interior de la república.


Por todo ello proponemos a las máximas autoridades del CNE, que se proscriba por atávica e innecesaria para garantizar el principio de “1 elector = 1 voto”, la aplicación del entintado del dedo como señal de haber votado.
¡En beneficio de la paz, no al entintado del meñique el próximo 30 de julio!

Caracas, junio 19 de 2017

sábado, 17 de junio de 2017



¿Hará implosión la OEA en su 47° Asamblea General?
Carlos E. Lippo




El próximo lunes 19 se dará inicio en el balneario de Cancún, Méjico, a la 47° Asamblea General de los Estados Americanos (OEA), que habrá de sesionar durante dos días; curiosa organización ésta que a pesar de su nombre acoge en su seno al Canadá y a una serie de países del área del Caribe (Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Trinidad & Tobago), que por pertenecer a la Mancomunidad Británica de Naciones, tienen como jefe de estado a la mismísima Isabel II de Inglaterra, soberana del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.  

Será ésta la primera ocasión en la que esta instancia hemisférica no se reúne en la capital del país sede, Ciudad Méjico, que en este caso era la sede originalmente aprobada; el cambio inusitado de sede se aprobó el 10 de mayo a solicitud del representante permanente de Méjico quien adujo, al momento de solicitarla,  que la nueva sede ofrecía mejores condiciones de carácter logístico. Algunos inconvenientes que ya se han presentado antes de la instalación, derivados de que la inmensa mayoría de las capitales americanas no tienen vuelos directos a Cancún, al poner en entredicho esas supuestas ventajas logísticas argumentadas para solicitar el cambio, ponen en evidencia que debieron ser otras las verdaderas razones que tuvo el impopular gobierno de Peña Nieto. ¿Acaso la verdadera razón para el cambio habrá sido el temor a no poder controlar, aún con los métodos ilegales que ellos acostumbran aplicar, las manifestaciones populares que lógicamente habrían de provocar la presencia del secretario de estado del imperio y la actitud extremadamente cipaya de la representación mejicana?

Como corresponde al país anfitrión, Luis Videgaray, canciller mejicano propuso que el tema de la 47° Asamblea General fuese: “Fortaleciendo el diálogo y la concertación para la prosperidad”; propuso también que parte importante de la agenda fuese buscar la forma para que se facilitasen las discusiones entre los participantes y se pudiese abrir un espacio a los sectores privado y social, así como a países observadores (1).

Curioso tema para una reunión en la que se sabe a ciencia cierta que lo que se pretende fundamentalmente, como se ha venido pretendiendo en todas las instancias previas (Consejo Permanente y Reunión de Cancilleres), es sancionar a Venezuela por el único “delito” de negarse a aceptar el tutelaje que quieren imponerle el imperio y su corte de 13 países cipayos.

Pero más curioso aún es el que una organización que diciendo ser de estados americanos pero que desde hace más de un cuarto de siglo ha venido acogiendo en su seno a países cuyo jefe de estado se encuentra al otro lado del Atlántico, pretenda ahora acoger en la categoría que sea, a representantes privados no estadales, presumiblemente ONG, partidos políticos y otros sujetos de derecho público privado, sin duda alguna que probadamente proimperialistas, y hasta a países extracontinentales, por supuesto que afectos al imperio, con el rango de observadores.

Considero que con la primera de las propuestas antes citadas se trataría de darle piso legal a  participaciones del tipo de las que ha intentado promover Almagro, con sus “invitaciones” a reconocidos opositores al gobierno y al estado venezolano. Es presumible que detrás de la segunda propuesta se pretenda meter de contrabando en nuestra región latinoamericana y caribeña, declarada zona de paz por la cumbre de la CELAC celebrada en La Habana en el año 2014, a esa formidable organización terrorista que es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como expresión de esa verdadera “obsesión fatal” que al parecer tiene con nuestro país, al asignar una gran importancia a la 47° Asamblea General y en abierta y descarada acción injerencista, solicitó este jueves 15 de junio a su secretario de Estado, Rex Tillerson, insistir en promover un debate sobre Venezuela en el seno de la misma. Así lo declaró el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, al señalar: “El presidente sigue enormemente preocupado sobre la situación que enfrenta el pueblo de Venezuela y ha instruido al secretario Tillerson a colaborar con los países de la región para que avancen las discusiones sobre Venezuela en este importante encuentro” (2).

Considero que a pesar de haber designado a su máximo representante diplomático, quien habrá de estrenarse en ese foro, el imperio no las tiene todas consigo en eso de lograr aprobar la medida intervencionista contra nuestro país que viene buscando desde hace tiempo; y ello a pesar de seguir contando con su corte de los trece países cipayos (Canadá, Méjico, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Chile, Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil) y que con su política de “la zanahoria y el garrote” haya podido lograr agenciarse algunos votos más, a partir de invitar a participar a algunos países caribeños en las maniobras militares "Tradewinds 2017", que debieron concluir hoy en aguas territoriales de Trinidad & Tobago, y/o de haberle disparado un cañonazo de billetes verdes, en calidad de préstamo por supuesto, a cualquiera de los otros “países díscolos”.

Es más, a partir del hecho de que el “grupo de los 13 + 1”, no haya logrado que le aprobasen la convocatoria de la reunión de cancilleres que insistían en realizar el día de hoy, para “cocinar” una resolución condenatoria en contra de Venezuela, debiendo contentarse con celebrarla el próximo lunes, como antesala de la Asamblea General, es clara indicación de que la correlación de fuerzas en contra de Venezuela y a favor del imperio, a pesar de todo su empeño, no ha podido ser aumentada.

A mediados de esta semana, Delcy Rodríguez, nuestra digna cancillera, ha denunciado que existe un "plan intervencionista" contra el Gobierno de Nicolás Maduro que estaría liderado por Estados Unidos y se ejecutaría a través de gobiernos "de la derecha" y de la OEA, pero al mismo tiempo ha transmitido a través de su cuenta twitter, que no podrán con Venezuela: "Ni la @OEA_oficial ni @Almagro_OEA2015 ni la derecha de la Región alentada por EE.UU. podrá con la #VENEZUELA soberana”.

Al recordar que nuestra cancillera ha sido instruida por el Presidente Maduro para asistir a la 47° Asamblea General, con el propósito de reiterar las razones por las cuales nuestro país ha solicitado su salida de esa organización, no nos queda más remedio que augurar la celebración de un vibrante debate, si es que el funcionariado cipayo no lo inhibe como ha venido siendo su costumbre, entre los representantes de los países hermanos que no apoyan la intromisión descarada en nuestros asuntos internos ni mucho menos una intervención militar y los países afectos al imperio, empeñados en imponernos algún tipo de tutelaje.

En relación a la pregunta que sirve de título a este artículo debo decir que muy a mi pesar esta implosión no va a ocurrir en esta oportunidad. Y no ocurrirá en esta oportunidad a pesar de la considerable carga explosiva que le está colocando en sus bases el inefable grupo de los catorce, al persistir en su intolerancia ideológica y en su intención de alterar la actual correlación de fuerzas con la inclusión de sujetos ajenos a los estados y países extraños a la región, debido a la lamentable actuación de los “pesos pesados” de la región latinoamericana (Méjico, Brasil y Argentina), junto a algunos otros que como ellos se encuentran sumidos, circunstancial y temporalmente, en la tétrica noche neoliberal, buena parte de ellos como producto de golpes de estado promovidos por el imperio y avalados o al menos no condenados por la organización.


Debo decir para finalizar, que considero que mucho más temprano que tarde este engendro pseudo integracionista que es la OEA, habrá de ser abandonado por todos los países de la Patria Grande, por portar en su genoma el gen de la traición, siendo como efectivamente lo es, el fruto de la traición al proyecto bolivariano de integración de las naciones latinoamericanas, frustrado desde su inicio por la participación de los Estados Unidos en el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1.826, al ser convocados por Santander en contravención expresa de las órdenes impartidas por El Libertador.

¡Con el imperio y sus acólitos, ni un tantico así!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!



celippor@gmail.com
Caracas, junio 17 de 2017