domingo, 1 de abril de 2018


Hemos sobrevivido a la Semana Santa aunque persiste el asedio del imperio
Carlos E. Lippo


Si se respeta y aplica la Carta de las Naciones Unidas con transparencia y sinceridad, sin segundas intenciones, como un punto de referencia obligatorio de justicia y no como un instrumento para disfrazar intenciones espurias, se alcanzan resultados de paz. Cuando, en cambio, se confunde la norma con un simple instrumento, para utilizar cuando resulta favorable y para eludir cuando no lo es, se abre una verdadera caja de Pandora de fuerzas incontrolables
Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco



En nuestro anterior artículo titulado “Resistiendo estoica y exitosamente el criminal asedio del imperio” (1), además de hacer un resumen de las acciones de asedio del imperio durante la semana inmediata anterior y de exponer las razones por las cuales considerábamos que estábamos resistiéndolas exitosamente, dábamos una voz de alerta ante la posibilidad de que el imperio intentase su anunciada intervención militar aprovechando el asueto de la Semana Santa Católica, tal como lo ha hecho innúmeras veces en países de religión islámica, durante la celebración del sagrado mes del Ramadán.

En la presente Semana Santa, según cifras aportadas por el ministro del poder popular para el ecosocialismo y aguas, se movilizaron en búsqueda de esparcimiento, unas 9.699.431 personas (2), lo que representa del orden del 33 % de la población nacional; tratándose de una cantidad muy cercana a las 10.427.700 personas que se movilizaron durante el mismo período en el año 2017, y que en todo caso sirve para desmentir la existencia de la supuesta crisis humanitaria en la que estaríamos sumidos según los voceros nacionales e internacionales de la contrarrevolución, así como el exagerado número de supuestos migrantes a causa de ella, que algunas fuentes opositoras sitúan alegremente hasta en 4 millones de venezolanos.

Afirmo que hemos logrado sobrevivir a la Semana Santa porque comienzo a escribir estas líneas estando en mi casa y al comienzo de la tarde del llamado “Domingo de Resurrección”;  sostengo que aún persiste el asedio del imperio, porque aunque su alta dirección parece haberse tomado unos días de asueto en relación a Venezuela y Latinoamérica, no han dejado de asediarnos en lo más mínimo, sólo que de manera más sutil, valiéndose de los principales voceros de organizaciones internacionales como la ONU y la Unión Interparlamentaria Mundial (UIP), así como de los gobiernos de países cipayos de segundo orden como Suiza y Panamá, que pretendiendo sancionar a algunos dirigentes de la revolución que ejercen o han ejercido cargos de gobierno, se han sumado al grupo de países que tratando de emular a los Estados Unidos se “masajean el ego” creyendo que sus leyes tienen carácter extraterritorial.

En efecto, en lo que atañe al mencionado supuesto asueto del imperio en relación a Venezuela y Latinoamérica, debo decir que tras mi acostumbrado recorrido por los principales navegadores de la red, sólo he podido identificar como posibles ataques, dos casos: el primero, unas declaraciones del senador “Narco Rubio” (3), que más que un ataque hacia nosotros constituyen un verdadero autoataque, ya que en ellas amenaza con defenestrar al encargado de negocios, Todd Robertson, por unas declaraciones en las cuales este halcón, trocado en cándida paloma a juicio suyo, había señalado: “Hay varias teorías sobre los resultados de las elecciones y al final los venezolanos van a decidir si las elecciones tienen credibilidad o no, y nosotros vamos a esperar la decisión de los venezolanos” (¿!); el otro se trata de la presencia en Ecuador de dos funcionarios del Comando Sur de los Estados Unidos, con el pretendido propósito de planear junto al pastoso gobierno de Moreno, la forma de modificar la actual constitución y así poder reinstalar la base militar de Manta, desmantelada por el gobierno de Rafael Correa y la Revolución Ciudadana, tal como se desprende de unas declaraciones del escualidísimo parlamentario Paco Moncayo, excandidato presidencial de la llamada centroizquierda y amigo del presidente Lenin Moreno, tan patéticas como él mismo: “… sacar la base de Manta y no tener con qué reemplazarla fue tonto e irresponsable”, agregando seguidamente : “… dejaron el país en la indefensión contra amenazas tan terribles como el narcotráfico” (4).

En lo que respecta a los ataques efectuados a través de funcionarios de organismos internacionales podemos mencionar:

·         Un comunicado del alto comisionado de los DDHH de la ONU, el saudita Zeid Ra'ad Al Hussein, quien acostumbrado a atacar falsamente a Venezuela por el tema de los derechos humanos, insta al gobierno venezolano a realizar una “investigación pronta, efectiva y exhaustiva” (5), sobre un lamentable suceso acaecido en un centro de detención de Policarabobo; haciéndolo al día siguiente al que el fiscal general de la república había designado ya a cuatro fiscales del ministerio público, según lo diese a conocer a través de su cuenta Twitter, investigación que el día de ayer había resultado en la detención, como indiciados, de cinco funcionarios del citado cuerpo policial (6). Siendo oportuno señalar que tan “diligente” funcionario ni siquiera había querido darse por enterado de los terribles ataques del ejército israelí a pacíficas manifestaciones de pobladores palestinos en la Franja de Gaza, desde comienzos de esta semana, de tal manera que el propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, debió solicitar una investigación independiente de los hechos, que adicionalmente fueron tratados en una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la organización, en la que se instó al gobierno israelí a cumplir sus responsabilidades en conformidad con los derechos humanos (7). También es oportuno señalar que el lamentable suceso ha sido provechado por la contrarrevolución para orquestar una intensa campaña en la que han participado desde la exfiscal general Luisa Ortega Díaz desde el sitio donde se encuentra refugiada, pasando por todos los portales web de la contra, hasta el inefable cardenal Urosa Savino y la propia Conferencia Episcopal, quienes en medio de los deberes propios de la Semana Santa, lograron “sacar tiempo” para atacar al gobierno en profundidad; algo que independientemente de la monstruosidad del hecho y de las responsabilidades que puedan tener los custodios del centro penitenciario, arroja dudas sobre su carácter espontáneo.

·         La introducción ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya de una solicitud para dilucidar el conflicto limítrofe con Venezuela, por parte del gobierno de Guyana, con el apoyo financiero público y notorio y comunicacional de la Exxon Mobil (8); solicitud que según el comunicado emitido oportunamente por nuestra cancillería violenta el preámbulo del Acuerdo de Ginebra de 1966, el cual establece, taxativamente, que la controversia debe ser “amistosamente resuelta en forma que resulte aceptable para ambas partes”, al mismo tiempo que vulnera su Artículo I, dado que no conduce a “soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia” (9). En otro aparte dicho comunicado a la vez que insta al gobierno de Guyana a retomar la senda del Acuerdo de Ginebra, le señala enfáticamente que recurrir al arreglo judicial para dirimir la controversia, resulta inaceptable, estéril e inaplicable, dado que la República Bolivariana de Venezuela no reconoce como obligatoria la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, y en este sentido, ha sido siempre consecuente con su posición histórica de hacer expresa reserva o no ser signataria de ningún instrumento jurídico internacional que contenga cláusulas compromisorias que otorguen jurisdicción obligatoria a la referida Corte. Sostenemos que esta solicitud del gobierno de Guyana constituye un ataque más del imperio porque la misma se basa en una decisión previa del secretario general de la ONU, que excediéndose en sus competencias como “Buen Oficiante”, conferidas por las dos partes, propuso el arreglo judicial del desacuerdo limítrofe; decisión que fue oportunamente desestimada por Venezuela.

·         Unas groseras y extremadamente injerencistas declaraciones del secretario general de la Unión Interparlamentaria Internacional, el camerunés Martin Chungong, reconocida ficha del imperio, en el marco de la última jornada de la 138 Asamblea de la organización, en las cuales desliza frases como éstas:  “… exijo a las autoridades venezolanas que cesen el acoso y los ataques contra la oposición, y que responsabilicen a los culpables de abusos en el pasado…” y “…"existe una amenaza real en Venezuela y seguiremos presionando en el interés de la democracia…" (10); siendo oportuno y conveniente señalar que las destempladas declaraciones del tarifado Chungong se producen a pesar de que previamente el plenario de la Asamblea había rechazado una propuesta de la representación opositora de la AN, que había sido considerada injerencista (11).

Considero importante llamar la atención sobre el hecho de que los dos primeros señalamientos constituyen una indudable demostración de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) se encuentra ya casi convertida en otro ministerio de colonias del imperio.

En el marco del mismo plan de ataque del imperio por interpuestas personas y organizaciones es necesario reseñar:
·         Un embargo de venta de armas (¿!), decretado por el Consejo Federal de Suiza (12), acompañado de: una prohibición de la venta, el suministro, la exportación y el tránsito a Venezuela de bienes que puedan utilizarse para la represión interna; igual prohibición sobre los equipos, tecnología y software que se puedan usar para monitorear e interceptar las comunicaciones por Internet y por teléfono; y además unas sanciones individuales sobre los patriotas: Néstor Reverol, Diosdado Cabello, Tibisay Lucena, Maikel Moreno, Gustavo González, Antonio Benavides y Tarek William Saab. Sanciones que juzgamos prácticamente ineficaces, aunque con su promulgación el habitualmente comedido y neutral estado suizo se suma a la Unión Europea (UE) en su actitud genuflexa  ante los dictados del imperio.
·         Unas sanciones financieras y económicas contra más de 50 altos cargos del gobierno venezolano por ser considerados “de alto riesgo en materia de blanqueo de capitales, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva“ (¿!) (13), decretadas por el gobierno de Panamá, el primero de los gobiernos latinoamericanos que lo hace, convirtiéndose así en el más arrastrado entre todos los cipayos latinos del  imperio. Nos preguntamos si este gobierno entreguista que vive prácticamente de la economía criminal, sería capaz de tomar una medida similar en contra de los bancos privados venezolanos que tienen funcionando allá una gigantesca “lavadora” de dinero, así como contra los no pocos opositores corruptos venezolanos que tienen años contribuyendo con el pretendido “milagro económico panameño”.

Ya finalizando considero oportuno señalar que estas variantes en la línea de ataque no significan en modo alguno que el imperio vaya a abandonar su habitual actitud de asedio directo en nuestra contra, ni mucho menos que haya desistido de lo que constituye su máxima aspiración, cual es la conformación de una fuerza multiestatal conjunta para poder ejecutar su pretendida intervención militar.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!
celippor@gmail.com
Caracas, abril 01 de 2018

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